- Watanabe, ¿me quieres?
- Claro –respondí.
- ¿Puedo pedirte dos favores?
- Incluso tres.
Naoko sacudió la cabeza sonriendo.
- Con dos es suficiente. El primero es que te agradezco que vengas a verme. Estoy muy contenta y me… me ayuda mucho. Quizás no lo parezca, pero es así.
- Volveré a venir –dije-. ¿Y el otro?
- Que te acuerdes de mí. ¿Te acordarás siempre de que existo y de que he estado a tu lado?
- Me acordaré siempre.
Fragmento de Tokio Blues, de Haruki Murakami.
No hay comentarios:
Publicar un comentario