2/17/2011


La afirmación de que todos los hombres son iguales, innegable desde una perspectiva ontológica, teológica o jurídica, pasa a significar: todos son idénticos al modelo elaborado por las creencias de quienes detentan el dominio del mundo. La idea de igualdad, rigurosamente, traduce la concepción de que "todos son como", donde como remite a un segundo término definido por el pensamiento de quienes han impuesto la norma. La igualdad apunta a generalizar un sujeto "potencialmente apto" para consumir lo mismo que consumen los que se autodefinen como mejores. Todo tiende a mostrarse como satisfacción de necesidades objetivamente neutras y, en ese sentido, legítimas.

Fragmento de La industria de lo humano, de Héctor Schmucler.

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