Es fácil, casi automático, vincular sentimientos a objetos materiales. Se nos complica tanto describir las emociones que necesitamos "verlas" plasmadas en algo que podamos tocar, oler, escuchar... Entonces, cuando llega el momento de "soltar" esas cosas, de dejarlas ir, sufrimos y pasamos por alto que, en verdad, las alegrías y tristezas se alojan en nuestro propio interior.
Por supuesto, esto no es un consuelo.
Por supuesto, esto no es un consuelo.
los objetos nos dan seguridad, eso es lo que pasa. Y a veces nos resistimos a dejar ese punto material en el mundo y permitir que los sentimientos sean sólo lo que son... pura metonimia
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