Son ciento veintiún años desde el primero de mayo de 1886. En Estados Unidos de Norteamérica, la historia oficial ignora o minimiza la importancia y sentido de las acciones heroicas hasta la muerte, que realizaron en Chicago los trabajadores, en su mayoría inmigrantes, por la reducción de la jornada laboral a ocho horas y el mejoramiento de las condiciones de vida de los obreros.
Ocultar, con el olvido, el crimen de asesinar a los hombres por sus ideas, no borra la vergüenza de acto tan despreciable. Por ello el mejor tributo que podemos ofrendar a los gestores de una de las luchas más trascendentales por la reivindicación de los derechos de los trabajadores, es refrescar la memoria histórica y recuperar su valor, sobre los hechos y su significado.
Fragmento de la nota de Eduardo Zurita Gil, en Ecoportal.net.
Ocultar, con el olvido, el crimen de asesinar a los hombres por sus ideas, no borra la vergüenza de acto tan despreciable. Por ello el mejor tributo que podemos ofrendar a los gestores de una de las luchas más trascendentales por la reivindicación de los derechos de los trabajadores, es refrescar la memoria histórica y recuperar su valor, sobre los hechos y su significado.
Fragmento de la nota de Eduardo Zurita Gil, en Ecoportal.net.
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