9/18/2012

Memorias

Al despedirnos éramos como dos chicos que se han hecho estrepitosamente amigos en una fiesta de cumpleaños y se siguen mirando mientras los padres los tiran de la mano y los arrastran, y es un dolor dulce y una esperanza...

Fragmento de "Capítulo 93", en Rayuela, de Julio Cortázar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario