Ella siguió: "¡John Gray, eres un amigo interesado! Mientras soy la dulce y afectuosa Bonnie estás aquí conmigo, pero en cuanto dejo de serlo, te vas por la puerta".
Hizo una pausa y sus ojos se llenaron de lágrimas. Su tono cambió y dijo: "En este mismo momento estoy dolorida. No tengo nada para dar, ahora es cuando más te necesito. Por favor, acércate y abrázame. No tienes que decir nada. Sólo necesito sentir que tus brazos me rodean. Por favor, no te vayas".
Me acerqué y la abracé en silencio. Lloró en mis brazos. Después de unos minutos, me agradeció por no haberme ido. Me dijo que sólo necesitaba sentir que la abrazaba.
En ese momento comencé a darme cuenta del significado del amor, del amor incondicional. Siempre pensé que yo era una persona afectuosa. Pero ella tenía razón. Había sido un amigo interesado. En la medida en que ella se mostraba feliz y agradable, yo demostraba amor. Pero si ella no estaba feliz o estaba enojada, me sentía agredido, discutía o tomaba distancia.
Fragmento de Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus, de John Gray.
Muy linda entrada!Me encantó.
ResponderEliminarte sigo! pasate por mi blog así nos leemos:)
http://miresistenciia.blogspot.com
besitos!